En este artículo vas a encontrar una explicación sencilla sobre la conciencia corporal y conocer algunas de las razones por las cuales suelo trabajar con ella tanto en las sesiones de terapia presencial como en la terapia online.
Quizá alguna vez te pasó que estuviste todo el día con dolor de cabeza o con un nudo en el estómago o la garganta y ni te diste cuenta de eso hasta la noche al momento de acostarte. Es probable que más de una vez estando con mucho cansancio, hayas seguido haciendo y haciendo cosas sin parar.
Estas situaciones tienen que ver con algo que muchas veces pasa inadvertido: la conciencia corporal – o, para ser más precisa, la falta de la misma.
¿Qué es la conciencia corporal?
La conciencia corporal es la capacidad de registrar lo que pasa en tu cuerpo. Es, por ejemplo, darte cuenta de cómo estás respirando. Si tu cuerpo está relajado o tenés alguna tensión. Si estás apretando la mandíbula. Frunciendo el seño. Si tenés hambre o ya te saciaste. Si tenés frío o calor. Ganas de moverte o de descansar. Y podría continuar enumerando ejemplos relacionados a la conciencia sobre tu cuerpo.
Parece algo evidente. Pero la realidad -y por lo que escucho en las consultas- es que el trajín del día a día en la sociedad actual, te llevan a vivir tan en los pensamientos – acelerándote o distrayéndote-, que muchas veces te desconectás de lo que sentís físicamente. Y tu cuerpo, que siempre está ahí expresándose, queda en segundo plano. Es probable que sin ser escuchado, esa expresión de tu cuerpo tome forma de síntoma.
Desarrollar la conciencia corporal no es estar pensando todo el tiempo en el cuerpo, sino tener la capacidad de habitarlo con atención, escuchar lo que te está diciendo. Porque sí, el cuerpo habla: con tensiones, molestias, disfrute, sensaciones o síntomas. El cuerpo habla.
A partir de ser conciente de tus sensasiones, podés empezar a registrar cómo repercuten tus pensamientos y emociones en tu cuerpo, así como lo hacen tu entorno y tus relaciones.
¿Para qué sirve la conciencia corporal en la terapia psicológica?
Los que siguen son algunos ejemplos de cómo el trabajo de conciencia corporal puede ser una herramienta facilitadora en tu proceso terapéutico:
Por un lado, tu cuerpo es el primer lugar donde se manifiestan tus emociones. Antes de que te des cuenta de que estás triste, con ansiedad o enojo, probablemente tu cuerpo ya lo está expresando. Desarrollar la conciencia corporal te puede ayudar a registrar cómo se expresan las emociones en tu cuerpo y manejarlas conscientemente.
Por otro lado, ejercitando la conciencia de tu cuerpo, te habituás a detectar señales de estrés o cansancio y podés regular el estado antes de que sientas que te sobrepasan.
En el día a día, la práctica de escuchar tu cuerpo, te habilita a tomar decisiones más alineadas con tus necesidades y deseos.
Si sos una persona que tiende a sobrepensar, desarrollar la conciencia corporal te va a ayudar a sentirte más presente, aquí y ahora, y disminuir el hecho de perderte en tus pensamientos.
Trabajar desde lo corporal en la psicoterapia te permite llegar a lugares que a veces no se pueden nombrar con palabras. El cuerpo puede guardar historias, miedos, duelos, que necesitan ser escuchados de otras formas.
¿Cómo podés desarrollar tu conciencia corporal?
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¿Quién soy?
Mi nombre es Carolina Becker, soy Psicóloga. Me dedico a promover la salud y la calidad de vida de las personas. Trabajo desde la palabra para explorar las emociones y sensaciones en el cuerpo, acompañando así procesos de cambio con las herramientas que están a mi alcance (que son las mismas que están a tu alcance).
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